Historia

Orígenes de Colonia Tirolesa

Desde el Tirol al corazón de Córdoba

En el año 1875, un grupo de familias del pueblo de Calliano, ubicado en la región del Tirol dentro del entonces Imperio Austrohúngaro, decidió dejar atrás su tierra natal. Las continuas invasiones de Italia y Francia, sumadas a los permanentes cambios de gobierno y sus consecuencias, los empujaron a buscar nuevos horizontes.

Primer destino: Brasil

La travesía los llevó primero a Brasil. Llegaron a Río de Janeiro y desde allí se trasladaron al estado de Santa Catarina, donde fundaron el pueblo de Nova Trento. Allí se dedicaron a la agricultura, la explotación forestal y el desarrollo de pequeñas industrias, como aserraderos rudimentarios.

Aunque lograron reunir algunos capitales gracias a su esfuerzo, no lograron adaptarse del todo al nuevo entorno. Fue entonces cuando supieron de tierras fértiles más al sur, en Argentina.

Camino a Córdoba, Argentina

En el año 1889, decidieron continuar su viaje. Desembarcaron en Buenos Aires y se dirigieron hacia el norte de la provincia de Córdoba, instalándose primero en la zona de Jesús María. Allí trabajaron en la Estancia La Virginia, propiedad de Baldomero Llerena, en la localidad de Sinsacate.

Comenzaron a desarrollar tareas agrícolas: desmontaron, nivelaron suelos, plantaron frutales y viñedos, alambraron terrenos y se integraron al trabajo rural con gran dedicación.

El origen de «El Martillo»

En 1891, supieron que se vendían tierras entre la antigua Estancia Jesuítica de Caroya y la ciudad de Córdoba, con la promesa de contar con riego gracias a la inminente finalización del Dique San Roque. Las ofrecía Tristán Almada, y la posibilidad de acceder a agua para cultivo los entusiasmó.

Reuniendo sus ahorros, compraron unas 500 hectáreas en una zona baja y bien delimitada, conocida como «El Bajo». El 18 de octubre de 1891 firmaron el boleto de compraventa y tomaron posesión inmediata.

Los primeros planos del lugar revelaban que el área tenía forma de martillo, lo que inspiró su primer nombre: «El Martillo».

Nace Colonia Tirolesa

Instalados en sus tierras, comenzaron a levantar pequeños ranchos, que con el tiempo fueron reemplazados por casas con el clásico estilo europeo, muchas de las cuales aún perduran.

No hay registro exacto de cuándo cambió el nombre, pero con los años «El Martillo» pasó a llamarse Colonia Tirolesa, en homenaje a sus raíces y al terruño tirolés que dejaron atrás.

Así nació esta comunidad, fruto del sacrificio, la esperanza y la determinación de familias que supieron convertir el desarraigo en una nueva patria